domingo, 23 de mayo de 2010

El jefe perfecto

Hace pocos días que vi un artículo en el que trataban de explicar los valores imprescindibles para ser un buen jefe, el jefe perfecto podríamos decir, ganándose uno el respeto de los trabajadores.

Pues bien, voy a trataros de comentar y explicaros, como se puede ser el jefe perfecto.

Para ser un buen jefe hace falta algo más que ser un trabajador brillante.

Además de un buen ambiente con los propios compañeros, todos los trabajadores creen que es fundamental que la relación entre empleado y jefe, sea por lo menos respetuosa.

Pero claro, ahora resulta que la búsqueda del jefe ideal, cada vez es más exigente. Y es que hay una serie de valores que el jefe perfecto debe tener, concretamente 9, los cuales vamos a tratar de explicar ahora.

El jefe, un buen jefe podríamos decir mejor, debe predicar con el ejemplo, y adoptar una actitud modelo para sus empleados, cosa indispensable hoy en día, tanto en el trabajo como en las formas, en los horarios y en el orden.

Y es que cuanto más jefe es uno, más educado y respetuoso tiene que ser, tanto con sus equipos como con sus homólogos, así como en sus declaraciones y comentarios, debido a que cada palabra que diga calará más hondo en sus empleados.

Motivación y Liderazgo. Estas son otras dos cualidades que deben ser inherentes en un directivo.

Además, un buen jefe tiene que tener la capacidad de escuchar, de saber escuchar podríamos decir, ya que de esta forma el equipo siempre se va a sentir más participativo en la toma de decisiones y su motivación irá creciendo.

Capacidad de formación. Y es que los empleados necesitan saber que pueden aprender de sus jefes.

Capacidad de trabajo en equipo. El jefe perfecto tiene que ser capaz de coordinar su equipo para poder sacar el máximo partido de cada uno de sus empleados.

Otra de las características que debe tener un buen jefe es la capacidad de sacrificio, saber rodearse de gente válida, debido a que muchos jefes no tienen la suficiente valía como para fichar a candidatos mejores que ello, y sobre todo la característica más importante de todas, la humildad, básica para todas las demás.

Eso sí, cumplir todos estos requisitos no resulta fácil, de hecho parece más bien casi imposible, pero si uno es capaz de compaginar varios y trabajar día a día, tratando de ir mejorando en los otros, seguramente no sea considerado el jefe ideal, pero desde luego será un gran jefe, y cada día un poco mejor.

Esto es lo que dicen los expertos, ahora bien...¿que es lo que dicen los trabajadores?

Pues bien, otro estudio indica que las virtudes más valoradas por los empleados en un jefe son: que sea un buen líder, cercano, que sepa comunicarse con sus subordinados y fomente el trabajo en equipo. El jefe ideal debe tener capacidad de delegar, y sobre todo ser honrado y humilde.

También parece ser que los empleados dejan en un segundo plano factores como sus conocimientos o su experiencia profesional, y lo que menos les importa es que el jefe tenga sentido del humor (cosa que vendría bien a más de uno), sea tolerante y muestre espíritu de sacrificio.

Es curioso ver como uno de las dos virtudes menos valoradas en un empleado a la hora de valorar a su jefe, sean la tolerancia y el espíritu de sacrificio, teniendo en cuanto que son dos de las cualidades más valoradas por los expertos para valorar a un jefe, y definirlo como un buen jefe.

jueves, 6 de mayo de 2010

Los ascensores

El ascensor es un hueco mínimo. Se pueden juntar varias personas que no se conocen de nada, estar una apretada contra la otra, y hacerse 10 pisos sin que nadie diga ni mú. Y la cosa es violenta. Todos ahí apretados, intentando no tocarse; un horror, oiga.

Pero cuando la cosa se estira al límite es cuando van dos personas solas. Es tan desagradable como cuando uno dobla la esquina y se pone a andar al mismo ritmo que otra persona que pasaba por allí.

Y ahí estáis los dos, andando uno al lado del otro, que parece un marcaje en zona. Al final tiene uno que apretar el paso y meter tierra por medio, de lo incómoda que es la situación. Revisemos qué pasa en un ascensor.

Lo primero a lo que uno puede llegar, es a sacar 2 conclusiones sobre esto:

1ª - los ascensores incrementan nuestro interés por la meterología.
2ª - Y sí, las conversaciones en los ascensores son superficiales, no permiten conocer a la otra persona.


Pero claro, aun sacando estas conclusiones, uno también puede llegar a hacerse las siguientes preguntas: ¿tienen utilidad las conversaciones en un ascensor?¿realmente merece la pena desarrollar una conversación o hacer un esfuerzo?.

Vale,deciros que yo, inevitablemente (casi siempre) tengo el don de empezar la mayoría de las conversaciones en un ascensor. Y sí, casi siempre empiezo por la típica frase de -"vaya calor/frío hace hoy,¿eh?"-. Y es que con esto ya obtienes respuesta segura -"pues sí,si que hace calor/frío"-. Y a partir de ahí, pues uno como que se va creciendo e intenta seguir con la conversación. Cosa dificil, pero siempre se puede rematar con -"pues parece que mañana va a llover"- y bueno, con un gesto en plan semidespectivo acabaría constestando, asintiendo con la cabeza.

Pero vamos por parte, intentemos dividir el tipo de conversaciones que nos encontramos en un ascensor (no voy a tratar todas, solo las más típicas):

SOBRE EL TIEMPO (normalmente la más fácil y usada por todos).

¿Por qué a la gente le da por hablar del frío o del calor que tiene con gente que no conoce de nada?.Pues porque con este tipo de conversaciones nada puede salir mal,uno nunca falla, pues como mucho dan para un minuto o incluso menos. Esto es como cuando te van a entregar un Goya y has de ser breve. Uno tira de su uso de síntesis (eso sí,bastante breve), pero logra transmitir su idea.

Vale, que yo es un recurso que en mi trabajo (vivo en un cuarto sin ascensor,gracias a Dios), utilizo siempre, y claro, seguramente yo sea el chico del tiempo del ascensor, pero bueno uno tiene muchas más conversaciones que se va sacando de la manga.

CONVERSACIONES BUCLE (es inevitable acabar en una de ellas).

Lo más rápido para enseñaros estas conversaciones, es poner un ejemplo:

- ¿Qué tal? (Con sonrisa forzada)
- Bien, ¿y tu?
- Bien ¿y tú? (en este momento somos conscientes de que hemos entrado en un bucle, pero por lo menos ya estamos más cerca de nuestro destino...)
- Bien, bien... (aqui es donde entra el suspiro, aunque esto ya es a gusto de cada uno)

Si tienes suerte, puedes llegar a tu destino con un hasta lueeeeego, pero hay que alargar un poco tirando a bastante la "e".

Estas conversaciones siempre suelen acabar con un "a ver cuando nos tomamos un ca...fé", porque normalmente el "fé" te suele llegar justo antes de cerrar las puertas, asintiendo uno con la cabeza (cosa que el otro tampoco ve) pero dando por sentado un "sí".

CONVERSACIONES MODO VERSIÓN EXTENDIDA

Llegas y hay alguien esperando el ascensor (vaya, hombre, ya es casualidad). -"Hola", "Hola"-, cruce de saludos sin mayor compromiso.

Uno mira el correo, el otro mira por la puerta. Al fin, después de un largo silencio, llega el ascensor.

"Eh,¿a que piso vas?"-al noveno-"vale, yo al décimo". Y es así cuando tenemos la versión extendida.Tras los prolegómenos, al alcance incluso del más tonto, comienza la escalada.

Miras los botones. "Vaya, cuántos hay". Miras el marcador, el suelo, levantas después la vista y tarareas la canción de turno. Uno empieza a notarse incómodo y siente la urgencia de decir algo, por insustancial que sea, algo que rompa el hielo. Política, fútbol, sexo... todos los temas parecen demasiado arriesgados para salir del paso, y al final se recurre a lo de siempre: el tiempo.

-"¿hace calor,verdad?"
- pues claro que hace calor, estamos en junio.
-"sí claro, jejeje...que tonterías digo, la gracia estaría que hiciera frío en verano¿verdad?,jejeje...."
-jajaja (media carcajada acompañada de una mirada estilo “¿qué estupidez es esa?").

Aquí en esta parte es donde nos encontramos una conversación de besugos, donde uno intenta salir airoso con una frase comodín como "es que está primavera ha sido algo rara",(y así también intentar detener esto). -"Sí, eso sí, con la que ha estado cayendo..."-... frases como "como están los cuerpos", en referencia a la locura de tanto cambio de tiempo...o "es que no es normal este calor/frío" ayudan un poco más.

Y así una tontería tras otra hasta que al final se llega al piso del primero de los dos, que baja resoplando y deseando haber cogido las escaleras pese al calor que empieza a hacer, pese a lo rarita que ha sido la primavera y pese a la que ha venido cayendo. El que queda en el ascensor no se alegra menos que el que parte.

CONVERSACIONES SOBRE LAS VACACIONES DE VERANO/NAVIDAD

La verdad es que al menos estas conversaciones evitan que uno siempre tenga que tirar de manual y acabar hablando del tiempo.

-"¿te has ido de vacaciones?"
-"no, que va, aún me quedan 2 semanas para irme cuando vuelva todo el mundo" (aqui esta el debate de si es mejor irse cuando se van todos, o cuando vuelven. Otros dicen que es mejor irse cuando se va el jefe, y algunos que es de pelotas quedarse cuando se queda el jefe.)
-"y, tu, que...¿ya te has ido?"
-"si, acabo de volver".
-¿y que tal?"

Aqui se abre un abanico de respuestas, a gusto del consumidor...que si cortas,que si bien, que si con la familia, en la playa...el caso es que uno intenta que sea una respuesta tajante, para no forzar más la conversación, e intentar llegar a su destino lo antes posible.

Si es navidad, uno puede innovar con frases como "¿y que has pedido a los reyes?","a ver si este año nos traen menos trabajo los reyes".

CONVERSACIONES CLÁSICAS (las que empiezan todas las señoras, sean o no cotillas).

estas se dan en tu propia casa. Todos tenemos a esas vecinas que empiezan una conversación si o si, sin tener porque llegar a tener algo de sentido, simplemente "se ven en la obligación" de empezarlas, y punto. Veamos otro ejemplo.

-"¡Uy!¡Hola! Creí que venía vacío".
-"No, jaja (sonrisilla afectada), yo también bajo".
-"¡Ay madre!, que alt@ estas, nos vas a dejar a todos enanos...
-"jeje,si"
-"¿y la familia que tal,bien?".
-(¿y la tuya,que?, es la frase que piensas para responder, pero no, te serenas y dices)"bien,bien,todos muy bien"...

Etc,etc....así podriamos estar horas, de verdad, asi que rezad porque nunca os quedeis atrapados en un ascensor con una señora así.

Una cosa si que os digo.Si queréis dominar el arte del ascensor, esperad apostados a que suba una abuela. Cuando llame al aparato aparecéis de la nada.

Las abuelas dominan el refranero español y sus recursos lingüíticos son inagotables.

Además no se avergüenzan por iniciar una conversación absolutamente banal. Para otras cosas preferiréis a sus nietas, pero para el noble arte del compadreo ascensoril, las abuelas son caballo ganador.

¿Y el silencio? El silencio del silencio.

El silencio de ascensor debería desgravar. Ponga en la casilla 54 el número de minutos que ha permanecido en silencio en un ascensor el pasado año.

Si miras a los ojos malo, si miras al suelo malo y si miras al techo peor. Por eso aquí siempre es bueno tener un móvil,mp4 a mano, para estar mirando y jugando con él...si uno sube a casa, pues buscar como un poseso las llaves (aun teniendo controlado donde estan),etc...lo que se os ocurra hacer vamos.

¿Y cuándo el ascensor se estropea?

Pues toca subir a pata, claro, ¡hasta el décimo piso jod...!. Mientras mentalmente vas maldiciendo al técnico que lleva tres días sin dar señales de vida, ya en el octavo piso te cruzas con alguien que baja y, entre toma y toma de aire consigues decirle en un suspiro: “hola”, porque la situación no da para mucho más, bastante tienes con llevar una respiración más o menos acompasada y poder llegar a tu casa con algo de aire en los pulmones.

Se da una situación incómoda, o divertida, según te lo tomes, cuando al abrirse la puerta del ascensor te pillan delante del espejo haciendo tonterías para tu propia diversión.Jajajaja!!

Cuando uno sube al ascensor lo primero que hace es mirarse al espejo. Se repeina ese mechón rebelde, hace una pose de matador y se repite lo bueno que está y cómo es posible que esa estampa pase hambre.

Alguno va más allá y aprovecha para reventarse un grano contra el espejo o atrapa ese moquillo redondo que lleva toda la tarde incordiando y que se había hecho fuerte tras el cerebelo. Otras para recolocarse esa faldita que no termina de sentarle bien, y maquillarse para estar guapa todo el día en el trabajo.

Ya os digo yo una cosa. Una cámara detrás de uno de esos espejos de ascensor, y las copias las vendes a 50 euros, y te forras, seguro.

Para algunos, el ascensor es una verdadera ratonera. Son personas de poca o ninguna relación con nadie. Para otros es un espacio donde compartir críticas sobre las deficiencias de la comunidad o de otros vecinos.

Así son los ascensores.¿Quién no tiene una anécdota graciosa? ¿Quién no ha practicado sexo en un ascensor? ¿Quién no ha subido un Citröen 2CV?

Los ascensores dan lugar a curiosas anécdotas. Y por eso te invito a participar en el blog.

A que nos cuentes una anécdota divertida que te haya ocurrido en un ascensor, o una conversación que haya ido más allá de lo típico.

Por ejemplo, mantener una conversación de ascensores sobre un mismo tema cada vez que te encuentras con el vecino. Vale, hay que elegir bien el tema, no puede ser cualquiera, ya que si se hace muy larga, igual os perdeis vosotros mismos en ella, llegando a la conversación de besugos.

Pero una cosa si que os digo, y aqui termino esperando vuestra participación:

Tu imagen se construye en los silencios y en las conversaciones de ascensor.